Debe ser la actualidad la cual pone a la mujer a llamar la atención con tal de tener el poder de las cosas, la sensualidad está teniendo un auge sin precedentes como alternativa viable para convertir a la dama en un verdadero maniquí de pasiones, seducciones y placeres del ambiente mundano. En el mundo globalizado se tiene la capacidad de seducir tanto a hombres como a mujeres pero uno de los puntos de vista más enfocados es la manera en la cual puede usarse este recurso para poder lograr un objetivo específico, este método es empleado especialmente por las mujeres.
Es normal ver la gran figura estándar en la cual nos presentan el prototipo de mujer delgada, con rostro perfecto, piernas largas y un cuerpo esbelto, toda una chica 10, por lo cual pensamos que es la persona ideal para seducir. Pero la verdad no todas necesitamos de esto para tener la capacidad de expresar nuestra sensualidad frente al mundo, porque la sensualidad se puede irradiar desde el interior y la parte superficial. La sensualidad es un acto que da placer a los sentidos, incita, deleita y satisface la vista, el tacto, el gusto, el oído y el olfato, estos cinco elementos son de vital importancia para llegar al éxito de una completa sensualidad, pero no se puede olvidar que algunas mujeres tienen objetivos más allá de lo placentero, por lo cual requiere de personalidad, inteligencia y mucha picardía. También necesita de disponibilidad y capacidad para comprender al hombre, amarlo y desearlo. Combinación tras combinación y dejándonos fluir a través de nuestra propia manera de seducir y del efecto que causa en los demás, de esa manera podremos lograr cualquier cosa que nos propongamos.
La intimidad de una mujer sensual es una mezcla de soltura, provocación, dulzura y misterio. A veces puede llagar a ser el reflejo de su espiritualidad al ofrecer todos sus sentidos para provocar tentación, despertar pasiones y lograr con una caricia la misión perfecta, esto es posible porque ella es tan sensual, deseable y provocativa que no cualquiera se puede resistir a ser víctima de este pecado; adoptando este papel también puede llegar a ser más peligrosa de lo que se imagina cualquiera pues su única finalidad es poder lograr lo que desea, sin importar los demás.
Una mujer sensual usa la mirada, para expresar emociones, sentimientos, sugerencias o propuestas silenciosas, el gusto, para sentir o transmitir placer, especialmente al besar, el tacto, para explorar con caricias, el olfato, para reconocer la esencia de la persona y el deseo de la pareja, y el oído, para percibir sonidos que emocionan y seducen. Estos son factores de expresión externos con los cuales las mujeres podemos reflejar sensualidad.
Nuestro poder de atracción interior proviene de los pensamientos, de nuestra energía, de los sentimientos, del estado de ánimo y de la manera como nos comportamos. Los pensamientos se ven reflejados en nuestros actos, la energía y los ánimos en la manera de seducir, los sentimientos son expresiones emocionales que nos permiten reactivar y estimulas los cinco sentidos y a través de estos percibir los movimientos, las miradas, todos los gestos que expresan seducción.
Para demostrar sensualidad ante una persona es necesario aplicar algunas reglas de gran importancia para la mayoría de los hombres y son: La seguridad: Un 62% de los hombres, según algunas estadísticas, asegura que les parecen mucho más sensuales las mujeres seguras de sí mismas e independientes, que las más tímidas y conservadoras. El estilo: Es la primera impresión que suele darse por lo cual debe ser agradable y sutil, es recomendable no estar muy recargada. La naturalidad: Es el reflejo verdadero del alma por lo cual siempre es la primera que habla de la verdadera personalidad de la mujer.
Debemos explotar nuestro espíritu de sensualidad, seducción y atracción hacia lo que se desea pues lo podemos utilizar con un objetivo muy fundamental para llegar a triunfar con los propósitos que se requieren; todo depende del ánimo, la constancia y la responsabilidad con la cual se tome esta actitud pues en realidad no es juego sino una verdad que hay que enfrentar y vivir en nuestras vidas, ya que es una posibilidad que en algún momento o situación nos puede ayudar mucho. Todas las mujeres podemos llegar a ser lo suficientemente sensuales como para lograr lo que se propone, solo requiere demostrar capacidades de tentar con emoción, poder seducir con pasión y reflejar un pecado que llame la atención.
Bibliografía:
