¿En qué sentido el salario mínimo puede ser una forma de esclavitud, argumentado desde el pensamiento del filosofo Michel Onfray?
El salario mínimo es la menor remuneración que debe recibir el trabajador por los servicios prestados en una jornada de trabajo, “debida por un empleador a un trabajador en virtud de los servicios u obras que este haya efectuado o debe efectuar, de acuerdo con lo estipulado en el Contrato de Trabajo”.
“El salario mínimo de acuerdo con la ley deberá ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer la educación básica a los hijos”.
Desde el pensamiento de Michel Onfray (filósofo francés) "Se cree que el hedonista es aquel que hace el elogio de la propiedad, de la riqueza, del tener, que es un consumidor. Eso es un hedonismo vulgar que propicia la sociedad. Yo propongo un hedonismo filosófico que es en gran medida lo contrario, del ser en vez del tener, que no pasa por el dinero, pero sí por una modificación del comportamiento. Lograr una presencia real en el mundo, y disfrutar jubilosamente de la existencia: oler mejor, gustar, escuchar mejor, no estar enojado con el cuerpo y considerar las pasiones y pulsiones como amigos y no como adversarios." (MO)
Según Onfray “Es necesario trabajar con la realidad y construir a partir de ella… Propone un arte de vivir hedonista orientado hacia la existencia, la cultura de las artes, la expansión, el placer, el conocimiento de sí mismo y del otro… Vuelve a poner al individuo en el centro de su existencia y le invita a “pensar su vida y vivir su pensamiento… Para Michel Onfray la felicidad debe hacerse en el momento presente de la vida… El hedonismo, en líneas generales, alude a una vida dedicada al placer, al goce del cuerpo, a la satisfacción de los deseos, a la estimulación de los sentidos. Puede haber, sin duda, un hedonismo terrible, descontrolado, bestial; un hedonismo que nos destruya. Pero esto puede suceder con cualquier cosa; el problema no es qué hacemos sino cómo lo hacemos. En sí mismo, predicar y practicar el hedonismo, no tiene nada de perverso. Al contrario, puede ser, más bien, el principio de una vida plena, pues sugiere el uso y disfrute libre todas las potencialidades que nuestro cuerpo alberga. La gastronomía, la música, el cine, los perfumes, el sexo, los masajes, ¿no potencian nuestra vida? ¿Por qué negarnos a tan natural imperativo?”
El salario mínimo se convierte en esclavitud porque el hombre en su función hedonista y egocentrista, busca siempre su bienestar por lo cual debe recurrir al trabajo y la manera de obtener recursos para satisfacer necesidades y de igual manera lograr que sus deseos y pasiones estén bien encaminadas; además el hombre debe vivir de la realidad que lo rodea, es decir, con lo que tiene sea suficiente o no para alcanzar su felicidad. El hombre se basa en su remuneración económica porque todo su hedonismo está fundamentado en este epicentro, considerando así que sus placeres y pasiones estén ligadas al aspecto económico.
Mi posición crítica según el pensamiento de Onfray está de acuerdo con la nueva concepción hedonista que este filósofo propone pues es una forma que revela los gustos y la emoción de sentir lo deseado como razón idealista para continuar y expandir lo importante del trabajo y su pago como exaltación de lo emotivo. Opino que es muy curioso que se preocupe más por sentirse complacido con su vida, su entorno y el desarrollo de sus acciones, pero es justificable pues en realidad es un filósofo muy actual que tiene un razonamiento muy moderno y me gustaría en algún momento llegar a tal hedonismo que Michel defiende.
Como conclusión de dicha teoría, pensamiento y visión considero que con este pensador se vivencia muchas experiencias en las cuales el dinero es muy importante, hasta esclavizante, para lograr el goce de los deseos y la estimulación de los sentidos, logrando mucha relación con el interrogante planteado, siendo reflejo del hedonismo citado y la posición tomada ante tal planteamiento.
“Goza y haz gozar, sin hacer daño a nadie ni a ti mismo: esa es la moral”
(Imperativo hedonista de Chamfort, citado por Michel Onfray en La potencia de existir. Manifiesto hedonista).
Fuentes citadas: www.wikipedia.com, www.elortiba.org www.inflacion.com.co www.monografias.com
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